Vemos gracias a las células fotorreceptoras en las retinas de nuestros ojos que transmiten señales a nuestro cerebro. Las varillas de alta sensibilidad nos permiten ver a niveles de luz muy bajos, pero en tonos grises. Para ver el color, necesitamos una luz más brillante y células cónicas que respondan a aproximadamente tres longitudes de onda diferentes:
- Corto (S) – espectro azul (peak de absorción ˜ 445 nm)
- Medio (M) – espectro verde (peak de absorción ˜ 535 nm)
- Largo (L) – espectro rojo (peak de absorción ˜ 565 nm)
Esta es la base de la teoría tricromática, también llamada Young-Helmholtz por los investigadores que la desarrollaron. Se confirmó en la década de 1960.
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