Los colores son un instrumento comunicativo de nuestra mente, ya que consisten en longitudes de onda que se perciben fisiológicamente de manera espontánea y se registran en el sistema límbico, la parte de nuestro cerebro que controla el comportamiento emocional del individuo. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de percibir los colores incluso a travez de la piel, desde ahí la ropa que usamos influye incluso en nuestro estado anímico.